Es una realidad que en medio de las grandes velocidades en las que nos movemos tanto en el trabajo como en la vida privada, frecuentemente nos vemos tentados a estresarnos.
Eso sin contar con la cantidad de compromisos económicos que adquirimos y que se nos convierten en nuevos motivos de preocupación.
Por eso nos toca aprender a dominar el estrés para que no nos agarre por su cuenta y nos desordene toda la energía dejando consecuencias indeseables para nuestra salud y nuestra calidad de vida
En este artículo te compartiré la forma en que aprendí a gestionar mi propia energía para dominar el estrés. Como todo, es cuestión de práctica y de desear cambiar ciertos hábitos de vida.
Si vamos a aprender a dominarlo, conviene que comprendamos qué es exactamente el estrés. Pues resulta que el estrés es la única causa de casi todos los problemas de salud. Quiero decirte que cuando leí esto en el libro El Código de Curación, escrito por Alexander loyd (psicólogo y médico natural) y Ben Johnson (médico), me quedé impresionada porque es una afirmación basada en muchos estudios científicos realizados a nivel mundial y revisados por los autores.
Como Loyd y Johnson explican, “el estrés fisiológico es el que se produce cuando nuestro sistema nervioso se desequilibra.
Nuestro sistema nervioso central, que es un sistema perfecto con el que fuimos dotados, está diseñado para actuar frente a los estímulos que se le presentan. Algunas acciones y reacciones son impulsadas por nosotros. Sin embargo, la mayoría son automáticas puesto que no tenemos que pensar en el funcionamiento del sistema para desatarlas, sino que son producidas por una parte que se conoce con sistema nervioso autónomo.
Por ejemplo, cuando ingerimos los alimentos, ellos avanzan por todo el sistema digestivo haciendo todo el proceso de asimilación de los nutrientes sin que seamos conscientes ni siquiera.
De este modo, cuando nos estresamos es como que encendiéramos todos los botones para activar el sistema sin necesidad, entonces nuestro sistema nervioso autónomo comienza o continúa generando las acciones y reacciones sin que el estimulo real esté presente.
En otras palabras, cuando nos estresamos activamos, sin darnos cuenta, un sistema interno de alarma que se basa en mecanismos de pelea o de echar a correr. Por eso nuestros órganos internos empiezan a trabajar en exceso, consumiendo energía y produciendo sustancias que serían útiles en la situación real como para hacer la digestión, por ejemplo.
“Aunque todos esos cambios están pensados para salvar su vida, si se mantienen a lo largo del tiempo mediante el estrés continuo, pueden causar serios daños a los órganos, afectando de forma directa y específica el sistema inmunológico”, como dicen Loyd y Johnson.
De manera que si queremos conservar nuestra salud, es indispensable que sepamos canalizar nuestra energía para que no nos agarre ventaja la carga de estímulos y se desequilibre nuestro sistema nervioso.
Tengo que confesar que, aunque soy una persona de temperamento tranquilo, el dominio del estrés fue un reto importante en mi vida debido a muchos momentos duros que he afrontado.
Hoy puedo decir que he aprendido a dominar el estrés casi en el 100% de las situaciones que se me presentan.
En mi caso he utilizado diferentes técnicas y las aplico en distintos momentos. Es como que sin darme cuenta construí una caja de herramientas que tengo a disposición para canalizar mi propia energía y las roto o las uso simultáneamente en la medida de mis necesidades específicas del momento.
Alumnas herramientas parecen simples o bastante obvias, aunque el asunto es que seamos perseverantes y disciplinados porque todos los efectos en la disminución del estrés se ven paulatinamente a medida que acumulamos más tiempo usándolas.
Meditación: poco a poco identifiqué mi propio esquema de meditación que uso a diario cuando me despierto y antes de dormir. Tengo una entrada de mi blog llamada “Una manera de meditar” donde explico cómo hago mi meditación.
Respiración: tomar conciencia de nuestra respiración es algo que nos enseñaron los orientales y especialmente los yoguis. Te cuento que yo practico la respiración consciente junto con la meditación. Me encanta hacer la respiración de integración de los hemisferios cerebrales, la puedes ver en el video recomendado al final.
Ejercicio: hacer al menos media hora de ejercicio diariamente es en verdad liberador, nos activa todo el cuerpo y la mente llenándonos de hormonas positivas que aportan una sensación de bienestar maravillosa. Personalmente hago ejercicio todos los días muy temprano en las mañanas.
Yoga: es una de las mejores prácticas que he podido incorporar a mi vida, procuro hacer mi rutina de yoga al menos tres veces por semana. El yoga nos conecta en mente, cuerpo y espíritu, nos ayuda a vivir en el eterno presente y nos entrena para permanecer en conciencia. Todo lo anterior es fundamental para que nuestro sistema nervioso se conserve en equilibrio.
Música: escuchar música relajante de sonidos del mar o música celta o música clásica de Vivaldi o Bach es algo que realmente me aporta mucha paz y me permite liberar estrés.
Un ambiente ordenado: Nuestra mente está diseñada para el orden y la limpieza por eso se siente a gusto en un ambiente así. Particularmente siento que se libera estrés de esta manera.
Alejar a las personas tóxicas: si queremos disminuir el estrés, es nuestra obligación apartarnos de las personas que están empeñadas en canalizar su energía desde la sombra para tratar de destruir y autodestruir. Estas personas literalmente consumen nuestra energía y de paso nos contaminan con su mala vibra. Oramos por ellas y amorosamente nos apartamos para permitir que sigan con su camino y nosotros con el nuestro.
Contacto con la naturaleza: en mi caso busco espacios para caminar entre árboles y senderos ecológicos con cierta frecuencia. Además, procuro tener contacto con animales domésticos como perros y gatos. También disfruto mucho observando las ardillas, los pájaros, las mariposas y las flores. Todo eso me aporta alegría.
Pensamientos positivos: elegir con qué pensamientos llenamos nuestra mente es algo que generalmente nos cuesta mucho esfuerzo, sin embargo, es casi que requisito indispensable para desestresarnos. Me ha dado muy buen resultado escuchar grabaciones con afirmaciones positivas.
Hobbies: tener uno o varios hobbies que nos llenen de pasión y nos alegren la vida es también algo que ayuda mucho. En mi caso, la pintura, la danza y las manualidades son parte de mi paquete de hobbies.
Reiki: el reiki ha sido otro descubrimiento maravilloso en mi vida, soy reikista desde hace ocho años. El reiki es otra manera en que nos equilibramos y nos apoyamos para canalizar correctamente la energía.
Espero que todo lo que aplico en mi vida te pueda servir para que disminuyas tus niveles de estrés y canalices mejor tu energía.
Video:
Ejercicios de Respiración
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