En días pasados me encontré con una excompañera de trabajo. La había visto personalmente un par de veces en estos años. Sabía que se había casado por segunda vez, mucho tiempo después de un matrimonio fallido cuando era casi una adolescente. Creí que ahora ella era muy feliz. Pero me llevé tremenda sorpresa. Cuando vi su cara comprendí que tal felicidad no era cierta…