08Octubre

INTELIGENCIA EMOCIONAL EN PAREJA

Las emociones bien encausadas para una sana relación Califícalo...
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Más allá de vivir en paz y de poder reconocer todo lo que sentimos, la administración de las emociones es una tarea fundamental para el desarrollo de relaciones estables y felices.

¿Cómo puedes tener inteligencia emocional en tu relación de pareja?

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inteligencia emocional en pareja 3

Una de las tareas mas importantes que nos corresponde realizar como humanos es la de aprender a administrar nuestras emociones con sabiduría, en lugar de controlarlas, omitirlas o evadirlas, como si fuéramos máquinas y no seres con conciencia.

Esa administración emocional implica un camino de autoconocimiento previo que cada quien ha de realizar, de manera que cuando se vincula en la relación afectiva comprenda sus propias emociones tanto como puede comprender las de su pareja. 

Sin embargo, la realidad nos muestra que con frecuencia las personas se hacen las desentendidas con su camino de autoconocimiento y por eso les resulta complejo el percibir, comprender y atender a sus propias emociones. Solo en los últimos años, con el auge de técnicas milenarias de toma de conciencia, se abren las posibilidades para que el panorama cambie.

El caso es que ya se sabe que una incorrecta gestión de las emociones puede causar un daño irreparable a las relaciones, así como también puede retrasar o autosabotear el éxito en todas las áreas de la vida.

LAS EMOCIONES COMO UN GPS QUE NOS ALERTA

Las emociones son "movimiento hacia" pues anteceden al pensamiento y conllevan a la acción, dado que tienen una función  biológica y de preservación de la especie.

Por eso las emociones son como un GPS que nos alerta para que reaccionemos a tiempo a partir de estímulos externos, aunque también internos.

De igual manera, las emociones son descritas por el diccionario como "alteraciones del ánimo que se dan acompañadas de cierta conmoción somática". Así que siempre que hablamos de emociones hacemos alusión a estados en donde tenemos sensaciones anímicas y reacciones corporales.

Para poner un ejemplo, una emoción sería el miedo que nos alerta del peligro que representa un hueco en la vía por la cual vamos trotando, que sería ese estímulo externo, que al verlo nos motiva a deternos para observar cómo podemos esquivarlo y continuar nuestro camino sin caer en él.

Sin embargo, también la misma emoción del miedo se puede disparar por un diálogo interno de la persona, que sería el estímulo interno, ante un avance de la relación de pareja que ya está cerca al compromiso. Ese diálogo interno que se basa en este caso puede basarse experiencias anteriores no sanadas, puede estar lleno de ideas como "las relaciones de largo plazo complican la vida".

De manera que desde el marco psicológico y biológico, existen emociones como la ira, la tristeza, la alegría, la repugnancia, la ternura, el afecto, entre otras.

Todas ellas las sentimos gracias a nuestro cerebro y específicamente a una pequeña estructura anatómica con forma de almendra ubicada dentro de él y conocida como amígdala.

En su conjunto, el sistema operativo del cerebro humano nos permite sentir las emociones, reflexionar sobre las emociones y tener memoria de ellas, así como aprender de ellas.

Sin embargo, hay otra forma de comprender las emociones que es su dimensión espiritual. 

inteligencia emocional en pareja 2LA DIMENSIÓN ESPIRITUAL DE LAS EMOCIONES

Desde el punto de vista espiritual, solo vemos dos tipos de emociones: el miedo y el amor. Las demás emociones son hijas del miedo, como los es la ira o del amor, como lo es la compasión.

El miedo es el que nos conecta con nuestros ancestros los primates y por lo tanto nos ayuda a la adaptación al entorno y a encajar en todo lo que hemos conocido hasta ahora que es una civilización basada en la escasez, el estrés y a las dinámicas de defensa y ataque que concuerdan con relacionamiento basado en el ego y en una ilusión de estar separados el uno del otro. 

Entretanto, el amor es la emoción que nos lleva a nuestra más profunda naturaleza humana que es la misma vibración de todo el universo y por tanto nos hace sentir en unidad con el cosmos.  

Entonces el amor es una emoción de alta vibración porque nos permite alejamos de la sensación de separación y comprender nuestro poder creativo infinito.

De este modo, el GPS emocional desde la mirada espiritual, nos alerta a través del chakra del plexo solar ubicado a la altura del abdomen y asociado al color amarillo, que es donde se siente todo lo que nos conecta con el miedo y eso quiere decir que podríamos tomar decisiones basados en lo meramente instintivo si no se ha hecho un trabajo de transmutación de las emociones de baja vibración.

Mientras que cuando estamos en "modo amor", la vibración se siente en el chakra corazón o sea a la altura del pecho y del timo, impulsándonos a tomar decisiones basados en la experiencia de la unidad, en el desapego y el amor universal.

Poco a poco esta mirada de las emociones desde la espiritualidad se ha abierto paso con algunos autores y pensadores. El mismo Daniel Goleman, conocido por sus estudios de las emociones desde su aspecto biológico, ha hablado en sus más recientes libros sobre la compasión como una emoción fundamental en la educación de estos tiempos.

Igualmente, las evidencias científicas apuntan a mostrar que cuando la persona vibra desde el amor el campo electromagnético se expande porque es cinco mil veces más potente que el que se logra con el cerebro. Además se sabe que el amor es una emoción que permite sentir paz y genera bienestar en el cuerpo.

¿CÓMO NOS SIRVE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL?

La inteligencia emocional es la que nos permite mantenernos centrados y permanecer enfocados en las emociones positivas de modo que no caigamos en "secuestros de amígdala" o sea en arrebatos emocionales que nos conduzcan a reacciones de las que nos tengamos que arrepentir después.

Según el mismo Daniel Goleman, quien lanzó el término de inteligencia emocional en los años 90, ésta se basa en cinco habilidades que la persona debe desarrollar: la autoconciencia (capacidad de conocer y comprender las propias emociones), el autodominio o autorregulación (el gobierno de la propia vida, la ocupación en dominar los instintos y el saber cómo expresar las propias emociones), habilidades comunicativas (capacidad de dialogar sobre las emociones y de interactuar diariamente con los demás en el marco de la asertividad y la escucha teniendo en cuenta el lenguaje tanto verbal como no verbal),  la motivación intrínseca (capacidad de disfrutar lo que hacemos y de tener un sentido de vida trascendente), y la empatía (capacidad de comprender lo que siente la otra persona).

Asi pues,  la inteligencia emocional nos permite gestionar las emociones con respeto por lo que sentimos al mismo tiempo que respetamos lo que sienten los demás, al mismo tiempo que nos conduce a un nivel de conciencia más elevado que el de nuestros ancestros los primates.

Cuando no tenemos inteligencia emocional somos dominados por emociones de baja vibración asociadas a nuestros instintos primarios y a las estrategias de defensa y ataque que tuvieron su origen en la necesidad de sobrevivencia de la selva. 

CONSTRUIR RELACIONES CON INTELIGENCIA EMOCIONAL

Como hemos visto, la "inteligencia emocional" se refiere a la capacidad de comprender las emociones y guiarlas de modo que la forma en que se procese el pensamiento sea enfocada en acciones con mejores resultados. 

Aprender a gestionar nuestras emociones con inteligencia emocional, nos permite construir relaciones de pareja sanas pues las acciones que emprendemos no se desatan por los impulsos instintivos animales, sino que resultan de un proceso de autoconociencia de lo que sentimos y de un trabajo de educación para convertir los impulsos en señales que permitan una toma de decisiones con conciencia.

Desde la mirada espiritual, la inteligencia emocional nos lleva igualmente a caminar en nuestro autoconocimiento y nuestro autodominio, porque la tarea consiste en elevar la frecuencia vibratoria para estar más cerca del amor que del miedo, de modo que nuestras decisiones sean libres de juicios, en unidad con el otro y en sabiduría para buscar el bien común.

De modo que desde cualquiera de las dos ópticas, la inteligencia emocional en las relaciones afectivas requiere el trabajo de autoconocimiento previo de cada uno de los dos miembros de la relación, porque sólo así podremos encaminarnos a conocer nuestras emociones, a expresarlas con modulación acertada y a compartirlas con nuestra pareja. 

En síntesis, en las relaciones de pareja, nos toca aprender a vincularnos más desde el corazón y menos desde la genitalidad.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Si bien la atracción física es indispensable, no es lo único en una relación. Si nos dejamos llevar solo por los instintos, la atracción y las hormonas nos pueden llevar como caballos desbocados al encuentro sexual sin pensar en nada y lo más probable es que no pase de allí, de ser algo instintivo.

De otro lado, cuando nos damos el tiempo de conocernos un poco, de pasar tiempo juntos, de entender qué sueños tiene el otro, qué tanto coincide con lo que queremos en nuestra vida y de poner un poco de autodominio de parte y parte, dejamos que las emociones fluyan pausadamente sin anteponer el instinto. De esta manera podemos dar tiempo para que las emociones que surjan sean de alta vibración y para que no terminemos dominados por el instinto.

Casi que ese es el pilar fundamental de una relación de pareja con inteligencia emocional, que surja desde el amor entendido como una vibración desde el corazón y no como una idealización del amor romántico o como una pasión desenfrenada producto de la reacción instintiva del momento.

De ahi en adelante es toda una construcción diaria donde ambos miembros de la pareja deben trabajar por elevar sus capacidades para comunicarse con empatía, con asertividad y con escucha, desde el más profundo amor, de modo que se pueda cimentar la confianza y el respeto mutuo.

Una verdadera relación de pareja con inteligencia emocional transmuta las emociones de baja vibración en emociones de alta vibración y se dedican a promover entre los dos todas las situaciones que procuren emociones de bienestar como la alegría y la ternura.

Algunas sugerencias para las parejas que quieren emprender el camino de la inteligencia emocional juntas es que busquen apoyo en mentoría, que implementen actividades como el yoga, la meditación y el deporte juntos y que profundicen en conocerse a si mismos tanto como mutuamente.

Esto incluye perdonar y perdonarse, soltar el pasado, sellar los aprendizajes de relaciones anteriores y agradecer por todo lo que se evolucionó.

 

 

Publicado en Bienestar y felicidad, Inteligencia emocional, Afecto y amor

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