La felicidad en pareja

¿Cuántas veces hemos creído erróneamente que cuando estemos en pareja todos nuestros miedos desaparecerán y toda la felicidad llegará a nuestra vida como por arte de magia?

Muchas películas, algunas leyendas y un sinnúmero de telenovelas nos han vendido la idea de que para ser felices alguien se tiene que enamorar de nosotros y, para colmo, tiene que quedarse para siempre a nuestro lado.

Nada de eso es cierto y es mucho peor hacernos los de la vista gorda ante la responsabilidad que tenemos cada quien de seguir nuestro destino y edificar día con día la propia felicidad. De hecho el primero que se tiene que enamorar de ti eres tu mismo (tu misma), en equillibrio, de forma sana.

Nos hemos dedicado por siglos y siglos a ser infelices y ahora nos toca volver a nuestro estado original de felicidad de modo que esté a disposición también para compartirla en pareja.

Sobre la felicidad y la infelicidad

Como usualmente nos dejamos atrapar en las viejas creencias limitantes y en los miedos, terminamos sembrando negatividad que luego compartimos en pareja.

Ahora estamos en pleno cambio planetario hacia la comprensión del concepto de felicidad de otra manera, ya no desde la razón de modo que dejemos de teorizarlo y de verlo como algo que está fuera de nosotros sino que lo vivamos  integrado a nuestro ser y  algo que hace parte de nuestra naturaleza y por eso mismo lo encontramos dentro de nosotros.

Al replantearnos la felicidad de esa manera, comprendermos que ser felices no es un derecho del que hacemos uso si queremos sino que la felicidad es una responsabilidad indelegable e inaplazable que nos corresponde asumir a cada uno de nosotros.

Por mucho que nos hemos propuesto debatir sobre el significado de la felicidad y por más que lleguemos a la conclusión de que es un "concepto subjetivo" ya no es tiempo de teorizar sino de vivir la felicidad. 

¿Cómo se vive en felicidad? es algo que nace del alma. La felicidad está en la sonrisa del campesino que se levanta temprano en las mañanas para ordeñar la vaca. Está en la anciana que sonríe con bondad para decir una palabra amable a una persona que la atiende. Está en la maravilla de ver nacer a un bebé o en la tierna sonrisa de un niño que disfruta de un helado.

La felicidad está en lo simple, en el aquí y en el ahora, en aprender a disfrutar con el momento presente y aprender a agradecer por todo lo que tenemos, sin sufrir por lo que no tenemos.

La felicidad es la sensación de paz interior cuando hemos perdonado y nos hemos perdonado por los errores del pasado. La felicidad es comprender que estamos acá por algo más grande que nuestra propia humanidad y que al cumplir con ese propósito para el cual fuimos creados también nos realizamos y aumentamos nuestra felicidad.

Entretanto infelicidad es sentir desasociego y carga en el corazón. La persona infeliz tiene una vibración baja que la hace sentir cansada, sin deseos de apreciar las pequeñas cosas que a diario podría disfrutar.

La infelicidad es prima de la ingratitud y hermana del rencor. La infelicidad es hija de la falta de fe y madre de la desesperanza.

Entre felicidad e infelicidad la diferencia está en nuestra mente y nuestra voluntad de vivir la vida con amor y sabiduría. 

¿Cómo ser felices en pareja?

Una vez claros en que la felicidad es nuestra responsabilidad, comprendermos entonces que al estar en pareja nos unimos para compartir las felicidades individuales.

No quiere decir que todo sea color de rosa y que no tengamos retos por afrontar, lo que significa es que se ve la vida con otras gafas, las de la mente positiva la esperanza y la fe.

Para vivir la felicidad en pareja:

- Apoyénse mutuamente para sacar la luz que hay en cada uno de los dos. Esto significa enfocarse en lo positivo que tiene cada uno en lugar de juzgarse o criticarse mutuamente. 

- Motívense para que cada uno logre la autorrealización personal haciendo lo que le apasiona para tener tu sustento.

- Tengan momentos para la pareja en donde compartan y dialoguen de las cosas positivas de ambos como los logros, las alegrias, los recuerdos bonitos.

- Cultiven el espíritu con lecturas que puedan realizar juntos o viendo videos de conferencias inspiradoras o asistiendo a eventos de crecimiento en pareja.

- Dediquen algún espacio para realizar algún voluntariado juntos o un hobbie que los apasione.